Historia de Julian

La Historia de Julián Tenison Woods 1832 – 1889

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Julián Tenison Woods nació en Londres el 15 de Noviembre de 1832.  Era uno de los once hermanos proveniente de una familia que propiciaba el amor al estudio, la naturaleza y  la vida al aire libre.

En 1855, Julián llegó a Tasmania.  Fue ordenado sacerdote en Adelaide y fue enviado a trabajar en la parroquia de Penola en South Australia.  Como Julián la describió, era una parroquia que abarcaba ‘22,000 millas* cuadradas de campo, la mitad del cual se hallaba desierta.  La parte restante se ocupó  con potreros para el ganado vacuno y ovino.’ (*56,000 kilómetros cuadrados)

Julián era un Inglés en una Iglesia formada en gran parte por Irlandeses, amigo de figuras destacadas de la Institución, un fundador de dos órdenes religiosas, un talentoso sacerdote misionero, científico, escritor, músico y conferenciante popular.  En 1861, Julián conoció a Mary MacKillop.  En 1866, Juntos,  fundaron en Penola Las Hermanas de San José, quienes se dedicaron a la Educación Católica de los niños pobres y a otras apremiantes necesidades sociales.

Más tarde ese año, Julián fue nombrado Director de la Educación Católica y le pidió a Mary que lo ayudara a desarrollar un sistema organizado de educación Católica con escuelas atendidas por personal de las Hermanas de San José.

Después de cuatro años como Director de la Educación Católica, Julián continuó trabajando como científico y sacerdote misionero en Nueva Gales del Sur, Tasmania y Queensland.

En 1833, el pasó tres años viajando por el Asia, explorando y presentando informes sobre yacimientos minerales y de carbón de la Península Malaya y de otros países cercanos.

Regresó a Sydney en 1886 y más tarde fue premiado con la prestigiosa medalla Clarke por su destacada contribución a las Ciencias Naturales.

Falleció en Sydney el 7 de Octubre de 1889 a la edad de 57 años.

La vida de Woods presenta un enigma en su dicotomía: un caballero-científico y un errante sacerdote católico misionero; un miembro de la élite del Club de Australia y el fundador de órdenes religiosas; un talentoso y lúcido científico pensante y uno que alentó un misticismo sospechoso en algunos miembors de las Hermanas de San José.

Sin embargo, a pesar de su lado oscuro, Woods trabajó incansablemente para extender el reino de Dios en su época.  El usó creativamente e innovadoramente sus considerables dones para preparar los cimientos de la Iglesia y la Sociedad.

La creencia inquebrantable en que la Providencia de un Dios amante lo guiaba e impregnaba toda la creación apuntalaba todo lo que el se esforzó por ser y todo lo que hizo.

¡Qué apropiado es el lugar del sepulcro del sacerdote amable y naturalista!  Coronado por la cruz,  debajo de la estatua de la ‘Dulce Madre’ a quien el amaba tiernamente – un niño pequeño en la tumba de al lado, a sus pies está Deniehy, ‘el dotado hijo de Australia’, cerca está Dalley, llamado el ‘pico de oro’ – simbolizando a todos que más lo deleitaron en su vida – ¡Devoción, Inocencia e Intelecto!

Mary MacKillop, 1903

Allí, en las pendientes de Waverley con vistas al Pacífico que, bien abajo, lava el cementerio de rocas y deja fluir suavemente un perpetuo réquiem con su propia música conmovedora, los mortales restos del Padre J. E. Tenison Woods aguardan la resurrección.

En sus triunfos y sus abatimientos, en su serenidad y en sus disturbios, la singularidad de la vida de Woods contribuyó a la sinfonía de la creación.